Lugar mágico, Lamu es una ciudad histórica con numerosos edificios antiguos, estrechas calles y una amable población árabe. Es desde hace tiempo un centro comercial y hasta el siglo XI los dhows navegaban desde la costa del este de África a Arabia, Persia y la India. Con la abolición de la esclavitud en 1907 la economía de la isla entró en recesión. A principio de los 70 Lamu fue descubierta por los hippies, a los que les encantó la actitud despreocupada de sus habitantes y el ambiente de la isla. Últimamente Lamu ha atraído a gente adinerada, que han restaurado las grandes casas preservando su estilo, y que muchas veces se pueden alquilar. Lamu no ha cambiado mucho, los hombres llevan todavía las túnicas largas (khanzus) y las gorras tradicionales (kofia), mientras que las mujeres visten las tradicionales bui-bui. Los jóvenes son muy simpáticos y abiertos con los visitantes. Tratar con ellos es fácil, ya que en Lamu no hay coches, solo burros como medio de transporte, y todo el mundo se encuentra en las calles principales.
Shela, un pueblecito de pescadores junto a Lamu, se está convirtiendo en un lugar de moda y sus nuevos habitantes han devuelto el esplendor que un día tuvieron a muchas de las mansiones hoy restauradas. Uno de sus lugares mas conocidos es la playa de Jadini, así como el Hotel Peponi a cuya terraza acuden cada atardecer las gentes de la isla para contemplar la magnífica puesta de sol. Quizás en este momento, conviene recordar un sabio proverbio swahili: Haraka, haraha, haina baraka, que significa: prisa, prisa, no tiene beneficios; o dicho de otra manera: deja para mañana lo que puedas hacer hoy.