Arusha es la Capital de los Safaris del Norte de Tanzania y el Parque Nacional que lleva su nombre es una joya con muchas caras que, a menudo pasa inadvertida por los viajeros.

La entrada conduce al visitante a un bosque habitado por los acrobáticos Monos Colobos y este es el mejor lugar para verlos con facilidad. En las zonas de sabana también se ven grandes grupos de Jirafas acercándose confiadas y cruzando por delante de los coches. En el centro del bosque se encuentra el espectacular Cráter de Ngurdoto, cuyas pendientes encierran un suelo pantanoso salpicadas de manadas de Búfalos, Cebras y Facoceros. Mas al norte, colinas cubiertas de hierba encierran la belleza serena de los Lagos Momela, cada uno de los cuales muestra un tono verdoso o azulado distinto. Sus aguas, poco profundas y a menudo teñidas del rosa de miles de Flamencos, son el hogar de una gran variedad de aves y de los peludos antílopes Waterbuck. Las Jirafas se deslizan por las colinas de hierba entre grupos de Cebras que se encuentran pastando mientras parejas de Dik Diks se lanzan en grandes saltos dentro de las zonas de matorral.

Aunque no es corriente encontrar Elefantes en el Parque Nacional de Arusha, y no hay Leones, se pueden ver Leopardos o Hienas al amanecer y al atardecer. Es también entonces cuando el velo de nubes que se divisa al este, en el horizonte, tiende a levantar dejando ver las majestuosas cumbres nevadas del Kilimanjaro que se encuentra a 50 Km. de distancia. Aunque, el que domina el horizonte del parque es el Monte Meru (el quinto más alto de África) con 4.566m. Sus picos nos ofrecen unas vistas sin igual de su famoso vecino, y además se trata de un interesante destino para los amantes de la montaña y senderismo.