Y no lo decimos nosotros, aunque estamos totalmente de acuerdo con ello, lo dice Jane Goodall, y lo hace con pleno conocimiento del tema, después de compartir casi 60 años de su vida, estudiando y cuidando a los Chimpancés. ¿Y en qué se basa para tal afirmación? en una pregunta que nos hace y que se contesta por si sola: ¿Cómo es posible que la criatura mas inteligente que ha pisado este planeta, esté destruyendo su propio hogar?…

Su pasión por estos animales comenzó en Julio de 1960 en Gombe (Tanzania), enviada por Louis Leakey. No tenía ningún método científico, pero contaba con unos cuadernos para notas, unos prismáticos, y lo mas importante: Su fascinación por la vida salvaje. El creía que las mujeres eran mejores observadoras, y no se equivocó, ni con ella, ni con Dian Fossey en Ruanda.

Según Leakey, las mujeres tienen mas paciencia, empatía, observación y habilidad para mantener unida la familia. Según cuenta Jane, tuvo un profesor muy especial en su infancia y que ejerció gran influencia en ella, su perro Rusty. De él aprendió que los animales tienen emociones, y esto le permitió acercarse a los chimpancés de un modo mas humano. El resto, su vida, su trabajo y sus esfuerzos por proteger a estos animales, son de sobra conocidos por todos.

A punto de cumplir 83 años, su voz, su mirada, su calma y esa paz interior que transmite, son un ejemplo para todos nosotros. Recorre el mundo, aunque no le gusta viajar, como dice ella, para reclutar millonarios para la defensa de la naturaleza, y educar a niños y jóvenes, en el el cuidado urgente del planeta. No lo tiene fácil. Se enfrenta a una sociedad codiciosa y materialista, al crecimiento de la población, a la pobreza y a la falta de educación. Casi nada. Pero ella no se rinde nunca, y trabaja duro por lo que quiere. Sólo así, afirma, se encuentra el camino para alcanzar tus sueños.

Aquí os dejamos, uno de los momentos mas emotivos que vivió, hace dos años, cuando liberaron en el bosque (una vez recuperada), a Wounda, una chimpancé que llegó hasta ellos en muy mal estado. Las imágenes hablan por si solas y, una vez más, recibimos una lección de vida increíble.

Desde aquí, nuestro homenaje, respeto y admiración a esta gran mujer.