Quizás porque nunca voy con un objetivo concreto, salvo la ilusión y la emoción contenida por volver a encontrarme con mi sueño, una vez más. Quizás porque cuando llego, mi único pensamiento es comprobar que los animales aún siguen teniendo su espacio y están bien, aunque la pena ante la situación de alguno de ellos enturbie a veces mi alegría, o quizás simplemente porque ellos perciben nuestro cariño y respeto…este último Safari ha sido MÁGICO.
Los momentos que cada día nos ha regalado, hacen que la emoción, recordándolos, sea aún más intensa, si cabe, que cuando los vivimos. Y una palabra acude y acudía a mi mente al final de cada día, cuando regresábamos al lodge, al atardecer: GRACIAS.
Gracias a la Madre Naturaleza por hacernos sentir parte de ella. A las mamás leonas por permitirnos compartir con ellas el cuidado de sus cachorros y recibir una lección de vida que nunca olvidaremos. Gracias a mis queridas Dumas (guepardos), por su increíble valor a pesar de su fragilidad, para sacar adelante a sus pequeños, y a estos, por regalarnos unos de los momentos más increíbles que hemos vivido y que jamás olvidaré. Y así, a todos y cada uno de ellos, y que intentaré mostraros con detalle a todos, los que como nosotros, amáis África.
No sé por cuánto tiempo los podremos disfrutar, si seguimos impasibles ante la exterminación de algunos de ellos, pero lo que si se, con absoluta certeza, es que el día que ya no estén, habrá llegado nuestro fin.
Aún estamos a tiempo. Nosotros desde aquí intentaremos mostraros por qué nos son tan necesarios, y por qué debemos salvarlos y salvarnos.
Leave A Comment